martes, 27 de febrero de 2024

Peligro en el plato: Frutas y verduras de Marruecos con restos químicos perjudiciales en los supermercados europeos

Un análisis exhaustivo revela la presencia de sustancias nocivas en productos frescos importados de Marruecos, poniendo en riesgo la salud de los consumidores europeos.

Cientos de camiones cargados con frutas y verduras de Marruecos cruzan el Estrecho cada día. Estos productos, a menudo más baratos que los locales, llenan los lineales de supermercados y fruterías en España y en toda Europa. Sin embargo, un reciente estudio ha destapado una realidad preocupante: muchos de estos productos contienen altos niveles de pesticidas y otros compuestos químicos perjudiciales para la salud.

Un laboratorio andaluz ha analizado diversos productos frescos de origen marroquí, encontrando en ellos una alarmante cantidad de sustancias nocivas. En fresas, por ejemplo, se detectaron hasta 9 sustancias con niveles de residuo muy superiores a los permitidos, algunos incluso de forma escandalosa. En tomates y cebollas también se encontraron sustancias por encima de los parámetros normales, algunas de ellas sin registro sanitario o con el mismo caducado.

Lo más grave es que estos productos "escapan" a los controles sanitarios. Un análisis de febrero de 2024 reveló que algunos de ellos ni siquiera tenían el registro sanitario obligatorio, lo que significa que, en teoría, no deberían haberse comercializado en Europa.

¿Qué significa esto para los consumidores? Que estamos comiendo productos que pueden ser perjudiciales para nuestra salud. El consumo regular de alimentos con altos niveles de pesticidas puede causar diversos problemas, como:

  • Daños al sistema nervioso

  • Problemas reproductivos

  • Cáncer

  • Alteraciones hormonales

  • Problemas de desarrollo en niños

¿Y qué hay de la trazabilidad? En muchos casos, es imposible para el consumidor saber de dónde proceden realmente los productos. Las etiquetas pueden ser engañosas, mostrando un origen falso o incompleto.

¿Que se ha encontrado en los registros sanitarios de los productos analizados?


En judías:

-Aparece el Emamectin Benzoate B1A que no lo tienen puesto en el etiquetado, se usa pero en cantidades muy bajas

En general, los síntomas de una intoxicación por Emamectina Benzoato B1A pueden incluir:

  • Síntomas leves: Náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, mareos, dolor de cabeza, fatiga y debilidad muscular.

    Síntomas moderados: Irritación de la piel y los ojos, temblores, confusión, convulsiones y dificultad para respirar.

    Síntomas graves: Insuficiencia respiratoria, coma y muerte.


-Cyromazin, puede causar efectos adversos en la reproducción y el desarrollo si se ingiere y también es un irritante de la piel


-Fluopyram, sin registro sanitario en estas judias analizadas, La EFSA ha establecido una ingesta diaria admisible (IDA) de 0,025 mg/kg de peso corporal para el Fluopyram, que es la cantidad que se puede consumir diariamente sin riesgo apreciable para la salud pero al no tener registro no se sabe cuanto sobrepasa la dosis regulada


-Boscali, con registro sanitario pero cuya presencia es muy elevada, muy superior a lo recomendado por la EFSA (IDA) de 0,06 mg/kg de peso corporal para el Boscalid, que es la cantidad que se puede consumir diariamente sin riesgo apreciable para la salud

-Tomates


-Mandipropami, con registro pero presencia muy elevada los síntomas en algunos casos de intoxicacion incluyen náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, mareos, dolor de cabeza, confusión y convulsiones.


-Difenoconazol, igualmente con registro pero presencia elevada


-Fluopyram, sin registro sanitario en tomates analizados


Cebolla

Difenoconazol, sin registro sanitario.

Boscalid, sin registro sanitario.

-Melón

Encontraron muestra es el fungicida captan 6 veces superiores al maximo permitido

Son sustancias con potencial cancerígeno que entran sin regulación, sin control alguno, algunas prohibidas por la UE o con niveles superiores a los permitidos. Esto es solo una pequeña parte de lo analizado que muestra un problema sistémico donde se demuestra cómo los políticos no solo ignoran la agricultura nacional, sino que nos contaminan con estos productos con tal de lucrarse ellos.

¿Qué podemos hacer?

  • Comprar productos locales y de temporada. los clientes de supermercados cómo pueden identificar en los lineales el producto magrebí «mediante el código de barras 611

  • Exigir a las autoridades un control más exhaustivo de los productos importados.

  • Denunciar cualquier irregularidad en el etiquetado o la calidad de los productos.

Es hora de tomar medidas para proteger nuestra salud. No podemos permitir que las ganancias de unos pocos se antepongan al bienestar de los consumidores.

Más allá de los riesgos para la salud, este problema también tiene otras repercusiones:

  • Competencia desleal para los agricultores europeos. Los productos importados de países con menores costes de producción y estándares de seguridad alimentaria más laxos pueden competir de forma desleal con los productos locales.

  • Daño al medio ambiente. El uso intensivo de pesticidas tiene un impacto negativo en el medio ambiente, contaminando el agua y el suelo.

En definitiva, la presencia de productos con restos químicos perjudiciales en los supermercados europeos es un problema complejo que requiere una solución urgente. Las autoridades, los consumidores y los agricultores deben trabajar juntos para garantizar la seguridad alimentaria y proteger la salud pública.

A continuación, se exponen algunos puntos adicionales a considerar:

  • La responsabilidad de las autoridades. Es fundamental que las autoridades europeas y nacionales implementen medidas más estrictas para controlar la calidad de los productos importados. Esto incluye aumentar el número de inspecciones, realizar análisis más exhaustivos y aplicar sanciones severas en caso de incumplimiento.

  • El papel de los consumidores. Los consumidores tienen un papel fundamental en la lucha contra este problema. Al ser más conscientes de los riesgos asociados a los productos importados y al optar por productos locales y de temporada, pueden contribuir a crear un mercado más sostenible y saludable.

  • La importancia de la transparencia. Los consumidores tienen derecho a saber de dónde proceden los alimentos que consumen. Es necesario que las etiquetas sean claras y precisas, indicando el origen real del producto.

  • La necesidad de un cambio en el sistema alimentario. El sistema alimentario actual está dominado por grandes empresas que buscan maximizar sus beneficios a menudo a costa de la salud y el medio ambiente. Es necesario un cambio hacia un sistema más sostenible y justo que priorice la salud de las personas y el planeta.


Actualización de la noticia

El pasado 3 de marzo, las autoridades sanitarias de España y la Unión Europea detectaron la presencia del virus de la hepatitis A en fresas procedentes de Marruecos. La alerta se activó tras un control rutinario en un punto de entrada español, lo que ha generado preocupación entre los consumidores y las asociaciones agrarias.

Esta situación pone de relieve la necesidad de reforzar los controles sanitarios en las fronteras para garantizar la seguridad alimentaria de los productos que se importan. Diversas organizaciones agrarias, como AVA-Asaja, han exigido "medidas urgentes" al Gobierno central y a la Unión Europea para evitar que este tipo de situaciones se repitan.

La detección de la hepatitis A en fresas marroquíes ha desatado la alarma, ya que este virus puede causar graves problemas de salud, como fatiga, fiebre, náuseas, vómitos e ictericia. La transmisión se produce por la ingesta de alimentos o agua contaminados, por lo que es fundamental extremar las medidas de higiene al manipular y consumir fresas.

Es importante destacar que este caso no es el primero que se registra. En febrero, se detectó un lote de fresas marroquíes con presencia de norovirus en los Países Bajos. Estos hechos ponen de manifiesto la necesidad de mejorar los controles fitosanitarios y garantizar que las frutas que se importan de Marruecos cumplan con los estándares de calidad y seguridad alimentaria exigidos por la Unión Europea.

Las autoridades españolas han recomendado a los consumidores que eviten el consumo de fresas de origen desconocido y que, en caso de comprarlas, se aseguren de que proceden de un proveedor fiable y que han sido correctamente lavadas y desinfectadas.

Es vital que se tomen medidas contundentes para reforzar los controles sanitarios de la fruta que llega desde Marruecos, no solo para proteger la salud pública, sino también para evitar daños a la imagen del sector agrícola español.


No hay comentarios:

Publicar un comentario