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Ceterum censeo politicae ese delendam

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sábado, 2 de diciembre de 2023

La burbuja de derivados. La bomba que provocará la próxima gran crisis mundial

El Banco de Pagos Internacionales, el banco de los bancos centrales, ha anunciado la existencia de una burbuja de deuda oculta que tienen los fondos de pensiones y otras empresas financieras que asciende a 80 billones (trillions para EE.UU.) de dólares que tienen en derivados de divisas y que sería capaz de hundir toda la economía mundial.

Estos derivados de divisas son los denominados swap, que son utilizados por los fondos de pensiones y gestores de activos para intentar conseguir mejores rentabilidades en entornos de tipos de interés bajos y cubrirse del riesgo. La parte peligrosa ocurre cuando los bancos centrales deciden virar sus políticas y empezar a subirlos.

Según el Banco de Pagos Internacionales, la deuda oculta estimada en más de 80 billones de dólares supera al stock de letras del tesoro, en dólares, en repos y en pagarés de empresas combinados. Esta deuda creció desde los 55 billones de dólares en 2008 superando los 80 billones actualmente. El volumen de operaciones en contratos de swap de divisas está en unos 5 billones de dólares al día. Se calcula que para los bancos y fondos de pensiones no estadounidenses las obligaciones en dólares derivadas de estos swap de divisas suplen su deuda en dólares dentro del balance, lo que se traduce en un gran problema de liquidez en dólares.

El Banco de Pagos Internacionales comunicó que tienen falta de información directa sobre la escala y la localización de los problemas. Y si ellos no tienen información sobre esto, no la tiene nadie, al menos en una visión global.

El Banco de Pagos Internacionales también centra su informe sobre el mercado mundial de divisas y calcula que 2,2 billones de dólares en operaciones con divisas corren el riesgo de no liquidarse en un día porque hay problemas en las contrapartes, es decir, que no hay liquidez en el mercado.

Esta burbuja de derivados es la madre de todas las burbujas, por algo Warren Buffett a estos derivados los denomina como armas de destrucción masiva.

¿Pero qué son estos derivados? Son productos de inversión ligados a otro activo, un papel sobre un activo. Y un gran problema por el volumen que mueve: tanto ha crecido su volumen que ya multiplica por 10 el PIB global. En otras palabras, están circulando por el mundo instrumentos financieros que superan en 10 veces lo que puede producir todos los países del mundo en activos que no existen y con un dinero apalancado que tampoco existe.

Estos derivados se suelen usar como contraparte para protegerse y estar cubierto ante cualquier problema, como por ejemplo si hay una subida de tipos de interés se contrata un derivado. Así, si baja, ganas, pero si sube estás cubierto ante la incertidumbre de cualquier efecto adverso. El problema está cuando los grandes fondos para proteger su inversión en derivados liquidan o juegan con activos reales. Y en el caso concreto de derivados de divisas, el problema que se puede generar puede ser muy gordo.

Pondré un ejemplo práctico de cómo se suele usar para entenderlo mejor:

Un país de la UE tiene un fondo de pensiones y se pone a valorar dónde invertir. Busca un sitio seguro aunque no genere demasiada rentabilidad y decide comprar bonos del Tesoro de EE. UU., es muy seguro ya que no cree que EE. UU. vaya a quebrar. Como parte de la transacción, debemos utilizar dólares, y si no tenemos dólares, tendemos a hacer un cambio con otra moneda, en este caso el euro. Luego, al cerrar la transacción, el fondo paga dólares y recibe euros. Durante la duración de la operación, la obligación de pago está fuera de balance, este es el punto ciego y con este sistema se crea un gran problema porque se necesitan dólares en gran cantidad y están caros. Y si todo el mundo necesita dólares tanto para ahorrar a largo plazo como para comprar hidrocarburos y nos encontramos en una situación donde la Reserva Federal no para de subir los tipos de interés, nos encontramos con un problema de liquidez de dólares.

Aquí nos encontramos con el famoso dilema de Triffin en el que la Reserva Federal, al subir los tipos de interés para controlar la inflación, lo que a su vez genera una escasez de dólares en el mundo, y al ser la divisa de reserva y se necesita para los pagos internacionales y para que los fondos de pensiones compren deuda de EE. UU. Ya Triffin anunció en los 60 que se tenía que tener cuidado con el dólar, al ser la divisa de reserva mundial, también tiene riesgo para EE. UU. y que si elimina su déficit comercial, priva a la economía mundial de la liquidez necesaria para la expansión del comercio mundial, lo cual lleva a EE. UU. a entrar eternamente en un déficit crónico que debe ir en aumento.

Este es el punto en el que nos encontramos en estos momentos, ya que el mundo necesita dólares para que la economía global funcione correctamente, pero al ser el proveedor internacional de la principal divisa de reserva, EE. UU. deberá aumentar la emisión de dólares, con lo que lo llevará inevitablemente a entrar en déficit crónico. Vamos a ver si puede generar dólares eternamente hasta el infinito sin que caiga la credibilidad de la moneda y la demanda no caiga porque nunca aparezca otra moneda que le haga sombra, como ya le ocurrió a la libra. Esto solo nos llevará inevitablemente a una inflación global descontrolada que seguirá empobreciendo a las clases medias y acabando en una inevitable explosión de la burbuja más grande de todos los tiempos, hundiendo la economía mundial peor que la de 1929 y seguida de una gran depresión que destruirá los regímenes establecidos y una cultura occidental que está en clara decadencia, como ya lo estuvo el imperio romano. Y todo esto habrá que agradecérselo a los políticos que, con el fin de enriquecerse, están cavando sus propias tumbas, mientras que los bárbaros de las fronteras esperan pacientemente para entrar y dar el toque final a Occidente y barrer las cenizas que queden.

Ceterum censeo politicae esse delendam